Bueno
es la una de la tarde, y ahora estoy totalmente decidida a tres cosas, una es
conseguir trabajo inmediatamente, la otra es adelgazar (eso suena como si fuera
demasiado gorda) y la última es perfeccionar lo que se dé ingles.
Las
dos últimas las tengo “controladas” por decirlo de esta forma, en las noches
voy al gimnasio de mi universidad, y para el siguiente afortunadamente tengo un primo, que hace las
veces de tutor regañón en mi proceso de aprendizaje. Ahora con el primer punto
tengo que ponerme en la posición de feligrés a punto de confesarse. Cada día me
emociona todo esté cuento de las redes sociales, sería algo genial para mí como
profesional trabajar en función de ello.
Muchas
veces me había preguntado, porque no escribir un blog acerca de todas las cosas
que me rodean, pero también decía dentro de mi “ Y no te da mamera que la gente
sepa de tu vida” pues todos nos encontramos en el grandísimo mundo de las redes
sociales, es inevitable poder apartarnos de esto, en este punto siempre
recuerdo a mi profesor en segundo semestre peleando por el consumismo en el
mercado, y luego de haberlo conocido también recuerdo con risa malvada aquella
tarde donde en una conferencia uno de los más importantes publicistas de la
ciudad, critico su posición alegando el que no era más consumista aquel que decía
no serlo solo por no querer bañarse pero sí en cambio usar tenis y maletines
Adidas.
He
hecho un poco de proceso empírico al investigar por mi cuenta las mil maneras
que tenemos para poder analizar el movimiento de las redes sociales en plena
mitad del año 2012, y lo único que no logro sacar de mi cabeza es en cuantas
bases de datos podrán estar mis direcciones, teléfonos, las diversas cuentas
que tengo de correos electrónicos, y así mismo en cuantas bases de datos
estarán mis gustos restringidos por la carne, o como me molesta los fines de
semana quedarme a dormir hasta las diez de la mañana, o el gusto tan grande que
tengo por toda clase de baile o expresión corporal.
Mi
primo que también es publicista me pregunto y no le importa salir tarde al
haber llegado temprano a su oficina o perder materias a causa de la cantidad de
trabajo que tenga, y mi respuesta ante su desagradable pregunta fue; a usted le
preguntaron lo mismo cuando escogió la carrera, y él me dijo NO, esto es lo que
yo escogí, sin la dirección de alguien mayor que me ayudara a visitar
universidades o decidir de qué manera hacer trabajos para cada semestre. Ahora
me llena de orgullo querer pertenecer en vivo cada experiencia que pueda vivir
dentro de mi querida carrera.
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